Los padrinos representan a la comunidad cristiana en la celebración del Sacramento del Bautismo. Al darse cuenta de lo que se espera de la comunidad cristiana, los padrinos deben ser ejemplos de ello en sus propias vidas: vivir la fe de una manera creciente y ejemplos vibrantes de lo que es un cristiano.



Como representantes de la Comunidad, los Padrinos deben ser los mejores ejemplos de vida cristiana que se puedan encontrar. Su función es ayudar a los padres a educar a los hijos en la práctica de la fe. Deben interesarse activamente por la vida cristiana y la formación en la fe de su ahijado.

Requisitos para padrinos

Los requisitos para servir como Padrino se encuentran en el Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica. Como se indicó anteriormente, el Padrino debe estar plenamente iniciado en la Iglesia Católica, lo que significa que ha recibido los Sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Si están casados, deben haberlo estado a través de la Iglesia Católica.

Los padrinos deben tener al menos 16 años y vivir en armonía con la fe católica. Debido al papel especial de un padrino, los padres no pueden actuar como padrinos de su hijo. Aunque es preferible tener dos Padrinos, sólo se requiere uno. Si hay dos padrinos, uno debe ser un hombre para servir como padrino y el otro debe ser una mujer para servir como madrina. Si sólo un padrino puede cumplir con los criterios de ser un católico practicante plenamente iniciado, otra persona puede ser nombrada “testigo cristiano”.

Se recomienda encarecidamente a los padrinos que asistan a la clase de preparación bautismal con los padres de su ahijado. Si no pueden hacerlo, deben asistir a una clase en su parroquia de origen como preparación para este papel tan importante. El padrino debe obtener un formulario de patrocinador bautismal de la parroquia donde es miembro registrado. Este formulario deberá devolverse a la Basílica de San Pablo.